LECCIONES APRENDIDAS
DE LAS ELECCIONES ATÍPICAS
DEL VALLE DEL CAUCA
Y LA FRUSTRADA REFORMA A LA JUSTICIA
por Manuel Borrero Cedeño
Manuel es un profesor de la Universidad del Valle y feligrés de la Parroquia.
No se pierde la misa de los jóvenes, los domingos a las 8:00 pm y periódicamente nos
hace atinadas observaciones para mejorar nuestro servicio parroquial.
Gracias por compartirnos ahora esta aguda reflexión!
Elecciones atípicas
Nuestro departamento, nacido el 16 de abril de 1910, con 112 años de existencia, se constituye en un propicio laboratorio natural para comprender, en forma práctica, el ejercicio de la participación ciudadana en la construcción de lo público; a escala local y nacional.
Su lamentable situación financiera y de gobernabilidad producto del sistémico proceso de desaciertos que a través de la historia nos ha llevado a tocar fondo, con las dos últimas fallidas administraciones, nos hace pensar que el Valle del Cauca adolece de una crónica enfermedad que mina progresivamente su estructura ya centenaria.
¿Qué nos ha pasado? Los expertos afirman que los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla, y eso creo, que en parte es lo que nos ha ocurrido; tal vez por nuestra idiosincrasia, no hemos reconocido que el mundo ha cambiado, nos aferramos a obsoletas formas de liderazgo, de gobernar y participar, factor promotor del ineficiente modelo de desarrollo, donde este territorio, reconocido como uno de los valles más fértiles del planeta, el departamento de Colombia con más ciudades intermedias, con el mayor puerto marítimo de la costa pacífica y otro sinnúmero de cualidades; esta en banca rota y desorientado; me atrevo a lanzar esta afirmación, así para muchos sea un exagerado panorama de pesimismo.
Nuestra capacidad de asombro ha alcanzado umbrales tan altos, que ya es cotidiano no poder distinguir entre ser político o delincuente, es tan normal ver morir gentes en frente de nuestras casas por cuenta de la inseguridad, lo mismo que no saber quién es la autoridad legitima porque terminamos a merced y capricho de cualquier grupo armado que se le ocurra apoderarse de nuestra libertad, dignidad, bienes y vida; no sólo en el Valle sino en todo el territorio colombiano.
De nuestras casas con puertas abiertas “trancadas con piedras o caracoles” para que el viento no las cerrara, pasamos a los enrejados haciendo parecer a nuestros hogares y negocios unas grandes jaulas donde pretendemos confinar la paz y la seguridad.
La corrupción, el sicariato, el fleteo, el atraco y la drogadicción se convirtieron en actividades propias de nuestra cotidianidad; a tal punto que el día en que no ocurran son motivo de noticias.
¿Entonces, nos conformamos o hacemos algo? Y de hacerlo ¿por donde empezar?
Como lo plantee, al inicio, la lamentable situación del Valle del Cauca es una buena herramienta pedagógica rica en “lecciones aprendidas”.
Para comenzar, miremos la participación de la ciudadanía en el pasado atípico comicio, del 1 de julio de 2012, donde, de 3.139.172 ciudadanos habilitados para votar, sólo sufragó el 22.55%, y reconoció legítimamente al nuevo gobernante el 11.57%, lo que nos lleva a deducir que este funcionario público sólo es legitimado por 363.164 personas; aquí vale la pena, aclarar, que mi pretensión no es deslegitimar dicha elección; sino reflexionar sobre el ejercicio democrático del derecho a la participación.
El pasado domingo, 1 de julio, 2.431.211 ciudadanos vallecaucanos, resolvieron negarse el derecho a elegir su gobernante y contribuir con la construcción del futuro del departamento; frente a una inmensa minoría de sólo 707.961 personas que le apostamos a la democracia.
Somos pacientes crónicos de la corrosiva corrupción, expresada en el clientelismos, el prevaricato, el cohecho y peculado, entre otros; manifestada en el pésimo servicio público que ponen en riesgo la vida honra y bienes de las personas; esto nos lleva a señalar a los políticos y gobernantes de malos y bandidos; entonces, me pregunto ¿Quién elige al Gobernante? La sencilla respuesta es, una minoría que se acercó a las urnas y manifestó su preferencia, mientras una inmensa mayoría, no quiso invertir una hora de su tiempo para hacer valer su derecho.
Algunos, justifican su abstención como una manifestación de rechazo e inconformidad frente a la clase política sin saber que realmente están contribuyendo a fortalecer la corrupción, ya que desperdician el mecanismo del “Voto en Blanco” como herramienta eficaz y efectiva de control social y político.
La abstención, hija del indiferente y la apatía, realmente es un gran “hoyo negro” en un sistema democrático, que a manera de la temible “Caja de pandora” engendra, desarrolla y reproduce todas las alimañas humanas que pacientemente esperan ser liberadas por alguna mano ingenua, curiosa o mal intencionada que abre la tapa permitiendo su salida para enfermar a las sociedades.
Distribución de los votos en las elecciones atípicas del valle del cauca 2012
Fuente: Registraduría Nacional del Estado Civil, Resultado del escrutinio, Elección de gobernador, 1 de julio de 2012
La frustrada reforma a la justicia
Es inolvidable la experiencia que nos dejó la masiva e histórica manifestación de rechazo, que en días pasados, tuvo el pueblo colombiano frente a la fatídica reforma a la justicia, que obligó al gobierno a retractarse y tomar la decisión, así fuera inconstitucional, de no promulgarla y realizar actos para su definitivo archivo.
La espontanea movilización ciudadana en torno a la recolección de firmas promotoras de un referendo con el propósito de derogar ese esperpento legislativo, se tomo sitios inimaginables, como playas plazas de mercado, hasta templos y discotecas, que en cuestión de horas, presionó al gobierno a negar la paternidad de este engendro que horrorizó hasta el más corrupto político, no tanto por lo que contenía sino porque se evidenció las graves consecuencias, que para ellos, podría traer su a poyo; a tal punto que tomaron la decisión, aun con el temor de prevaricar, de votar unánimemente su hundimiento.
Este evento puede se valorado como un hito histórico, ya que partió la historia política del país, que marcará el antes y el después de la frustrada reforma. La pronta, enérgica, masiva y eficaz intervención ciudadana que provocó el “frenazo en seco y reculada” de un gobierno y una clase política que palideció ante la indignación de un pueblo, es digno de registrarse en el libro de los record guiness.
Las lecciones aprendidas
Transcurridos los días de estos dos eventos, cuando los ánimos están en “modo de reposo”, considero pertinente hacer un balance de las lecciones aprendidas:
- 1° Lección: Tanto el comicio atípico del Valle del Cauca, con su gran abstención; como la masiva respuesta ciudadana de rechazo a la reforma a la justicia; nos enseñan las dos caras de un escenario donde la diferencia la define la participación.
- 2° Lección: El verdadero poder para gobernar un estado, se encuentra en la participación, de cada uno de sus ciudadanos.
- 3° Lección: Lo mediático, es la más significativa debilidad de la ciudadanía, que impide desarrollar una participación sustentable, como garantía para salvaguardar sus derechos fundamentales.
- 4° Lección: Las redes sociales son la mejor herramienta de participación ciudadana de los últimos tiempos.
- 5° Lección: La conformación, desarrollo y sustentabilidad del “Movimiento Constituyente Primario MCP” es la mejor estrategia para darle un giro positivo al desarrollo social, económico y político de Colombia; ya que la obsoleta estructura piramidal del poder se aplana para dar paso a la inclusión, la equidad y eficiencia administrativa. Tengamos presente que el costo económico de una burocracia inepta y corrupta, ha convertido a nuestro país en un “estado parásito” que sólo legisla en favor de los políticos y el sector financiero creando impuestos onerosos, 4x100, sobretasas, upac/uva; a tal punto de convertirnos en una nueva generación de esclavos cuyos amos son los bancos y los cuenta gotas.
- 6° Lección: Ahora es posible, promover y ejercer el control político, desde las bases sociales, de las reformas a la justicia, la salud, la educación, la tributaria, y todas las demás normatividades, garantizando su transparencia y equidad.
- 7° Lección: El control político y sanción social será efectivo a partir de las bases sociales organizadas, que elegirán en forma consciente y libre a sus candidatos por fuera de componendas partidistas y publicidad negra.
Estas son algunas de las cosas que aprendí con estos dos eventos.
Saludos,
Manuel Borrero Cedeño
corporedes@hotmail.com